La Estúpida Costumbre de Esperar.

Desde que somos pequeños nos han enseñado que si somos pacientes y nos portamos bien, podemos esperar cosas buenas. Llámenme impaciente, pero soy de la creencia que debes tomar acción en tus propias manos y quitarte esa estúpida costumbre de esperar. La siguiente anécdota puede que no les interese pero no se me ocurrió mejor ejemplo para llegar al punto que quiero tocar en esta entrada.


Hace unos días me estaba quejando (uy, qué raro!) sobre una situación de "pareja", un chico que me atrae físicamente y por un momento esperé que todo fuera de malvavisco y arcoíris, no fue así. Tan solo  comenzamos a platicar sobre nuestros gustos (quizá escuche la mitad de lo que dijo) supe que jamás podría salir con él. A lo que voy es que, desde ese momento supe que jamas pasaría algo más y sé que muchos han tenido esa sensación cuando conocen a alguien, entonces ¿qué esperan? ¿Que la persona cambie sus gustos por ustedes? ¿Que mágicamente comience a amar a su banda/serie favorita?


Debemos aprender a dejar el idealismo o expectativas de lado. Es como cuando una persona dice que algún día ganará la lotería, pero nunca compra billetes de lotería. Proyectarse está bien, pero idealizar a las personas y/o situaciones es un error bastante común. Por ejemplo: cuando nos han roto el corazón solemos culpar a la otra persona, raras veces nos damos cuenta que nosotros mismos creamos expectativas en nuestras cabezas.


Sé que esto puede sonar a mucha amargura e incredulidad, pero en mi experiencia, aprendí a no esperar; aprendes que esperar no lo es todo. 

Besos,
Paulina.

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