Desapego
En mi caso personal, soy creyente de que mi
concepto de amor ha sido muy influenciado por todo lo que he visto en
televisión, cine, lo que he leído y pues principalmente lo que nos dicen como
debe ser el amor. Incluso esa idea de que por referirnos a una persona como “mi
pareja” nuestra cabecita procesa que nos pertenece y de que pertenecemos. Dato
que me ha tocado aprender a los chingadazos (no literal) que no es así y que al
querer forzar a alguien a “ser mío” afecto al mismo amor que siento por dicha
persona. Por ello, cuando comenzó el año me dije a mi misma, “goey, bájale a tu
pedo” y comencé lo que ha sido un arduo camino de desapego. Por ello les
compartiré lo que he aprendido en estos seis meses.
1. Da de forma equivalente a quien eres.
Siempre es bonito hacer y dar detalles a esa
persona, también recibirlos, el pedo es cuando comienzas a dar más, o la otra
persona lo hace. Aquí es cuando puede comenzar una codependencia. Está chido
querer compartir todas las horas del día con una persona, pero guarda cosas
para ti mismo. Por ejemplo: no dejes de hacer esas cosas que te gustan por
pasar tiempo con alguien y no hagas nada que te haga sentir incómodo.
Obviamente esto es para ambos lados, no fuerces a nadie a pasar tiempo contigo
si tienen actividades que ya tenían planeadas y no presiones a que hagan algo
si se sienten incómodos con ello.
2. Quiere ahorita.
Bien dicen que el presente se llama así
porque es un regalo (algo así es, no?) El chiste es que no debes de angustiarte
por el futuro y dejar atrás (sí así lo decides) todas las malas vibras del
pasado de esta forma no arruinas los momentos presentes que tengas con esa
persona especial y hace que todo fluya bonito y natural
3. Orgullo y prejuicio.
Siendo honestos, la mayoría de nuestros
miedos en una relación son por prejuicios, por las cosas que escuchaste de la
persona, o que te contaron. Lo ideal es que recibas lo que la persona te diga,
lo consultes con la almohada o con tu reflejo y de ahí decidas cómo te sientes con
la información recibida. Creo que a todos nos ha pasado que hemos creado una
imagen de esta persona en nuestra cabecita y vamos creando cierto apego a esa
imagen, no a la persona en sí.
Cuando te desapegas de la persona, comienzas
a ver las cosas por lo que son y percibes mejor lo que la otra persona ofrece.
Así no te creas ilusiones y es más fácil querer a la otra persona por
quién es y no por quien crees que es. El desapego también ayuda a ser honestos
con nosotros mismos, a perder el miedo al rechazo. Desapegarte de alguien no
significa que lo dejes de querer, sino es valorar a esa persona por quién es y
puedes tener un compromiso más real y un amor genuino.
Besos
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