Superando a Romeo.

Lo he dicho más veces de las que me gustaría admitir: soy una hopeless romantic. A los 13 años ya me sabía la escena en el balcón de Romeo y Julieta; estaba obsesionada con Shakespeare (quizá aún lo esté) y que la biblioteca de la secundaria tuviera sus obras completas no ayudaba a mi obsesión. Creo que de haber tenido un balcón en mi cuarto hubiera pasado horas viendo al horizonte y recitando las lineas de Julieta, esperando que Romeo se materializara. 


Conforme fui creciendo buscaba a ese individuo que me provocara amarlo con cada uno de mis sentidos, que me hiciera sentir viva, que activara cada uno de mis nervios, músculos...
Luego estudie a escritores románticos y supe que el romance es fatalista, es solitario y bueno de ahí que aceptara tener una relación 4 meses antes de irme de Tabasco.


Después me enamoré y aunque la tragedia mas grande fue terminar, siento que la chispa que hubo quedará ahí para siempre, en un agradable recuerdo. Las cosas no han resultado como he esperado, esa parte de mí, la hopeless romantic, sigue esperando a su Romeo. Afortunadamente hay un grupo de personas que son mejor que cualquier sujeto, siempre están ahí para mí, esperándome con pizza y cerveza. Mis amigos siempre están ahí para recordarme que estoy completa, que no necesito de alguien para completarme. Me ayudan a superar a Romeo.


Besos, 
Paulina.

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